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¿CÓMO CREAR UN PRODUCTO TURÍSTICO SINGULAR?

PARA BUSCADORES DE EXPERIENCIAS.

Las experiencias turísticas llegaron para quedarse

¿Quieres diseñar experiencias para personas que buscan vivir una intrépida aventura? ¿Para otros que se buscan a sí mismos? ¿O para quienes quieren conocer algo escandalosamente auténtico?

¿Quieres conocer los ingredientes para diseñar experiencias turísticas inolvidables?

 Si la respuesta es afirmativa… ¡adelante, este es tu artículo!

En el contexto de una economía extraordinariamente conectada, demasiado para mi gusto, en una globalización cada vez más indisimulada, el concepto de autenticidad cobra un valor especial, sobre todo por aquello tan fundamental como la diferenciación. Este hecho, unido a la creciente sensibilización de la sociedad hacia valores de sostenibilidad ambiental, social y económica, genera un espacio de oportunidades para “los creadores de experiencias turísticas singulares”.

Cada vez más el turista busca sentir, en lugar de ver, actuar, en lugar de dejarse guiar. Cada vez más el turista quiere sentirse “viajero”, conocer el destino que se esconde “fuera de ruta”, adentrarse en esos pueblos donde la tradición palpita en sus calles.  Buscan su propia Ítaca.

ANTES DE DISEÑAR

  • Conócete a ti mismo/a. Sé consciente de tu potencial, de tus limitaciones y de la capacidad de tu empresa. ¿Hasta dónde puedes llegar? ¿qué tipo de experiencia puedes ofrecer?, ¿qué te hace disfrutar? ¿qué no te gusta? ¿dónde eres el/la mejor? ¿Cuál es tu arma secreta? ¿a quién o qué puedes necesitar?. ¡No te engañes!.
  • Conoce a tu cliente: Tu cliente no es un ente inerte. Debes interesarte por sus gustos, sus hábitos, por cómo organiza su viaje, qué busca, si viaja en familia, solo o en pareja. Para ello debes ponerte en sus zapatos, conocerlo de tal forma que incluso le pongas cara o un nombre imaginario.No olvides que diseñas para él y para ella. Es tu regalo especial.
  • ¡No estás solo/a!. Investiga a tu competencia:  Debes conocer la oferta de otras empresas que se dedican al turista. No son tus enemigos, a veces serán tus colaboradores, por eso debes conocer qué ofrecen, a quién y cómo lo hacen.
  • No imites, busca la diferencia, ese espacio que sólo tú puedes ocupar. A veces la diferencia está en el “cómo”. Puede que tu experiencia coincida en su núcleo con otra, pero tu utilizas “otras maneras”. La innovación no sólo está en el contenido, sino también en el proceso. Aquí queda espacio para poner “tu sello personal”.
  • Tu entorno es tu aliado. Conoce hasta el más mínimo detalle el entorno en que desarrollas esa singular experiencia, no sólo sus museos, sus bosques, conoce  a sus gentes, sus empresas, su artesanía, su gastronomía: en definitiva conoce su esencia. Cada vez más el turista busca experiencias que les conecten con la población, experiencias que incidan en el desarrollo del territorio que visitan.

PONTE “MANOS A LA OBRA”.

Eres el/la  director/a. Comienza a elaborar el “guion”,  episodio a episodio:
  • Busca lo auténtico y no lo maquilles. No te quedes en lo superfluo, busca “fuera de ruta”, rastrea para encontrar esos elementos irrepetibles, con los que en ocasiones convives,  y no les das el valor que pueden tener para el “viajero”. No porque tú estés acostumbrado a esa “forma de hacer” pierde ese carácter de “auténtico”. El buscador de experiencias sabrá apreciarlo.
  • Combina con maestría los elementos que forman parte de la experiencia.  Vas a crear ese “cocktail especial para la ocasión” que sólo con la correcta combinación de cada licor, agitado con energía y pasión, conseguirán ese sabor irrepetible. En la creación de experiencias para “el buscador” sólo con la adecuada integración de los servicios y recursos, que la conforman hará que consigas ese resultado único.

Como si de un puzzle se tratara debes combinar todas las piezas para conseguir esa imagen que el turista se llevará grabada. ¡Eres un creador/a de recuerdos y tienes esa gran responsabilidad!.

  • No olvides estimular todos sus sentidos. Los destinatarios de tu creación son personas, expectantes y ávidas, así que debes tener en cuenta lo que van a ver, a escuchar, a saborear, a tocar. Así conseguirás que su vivencia sea más intensa, y que les acompañe esa sensación de bienestar y satisfacción.
  • Interacciona con el entorno, buscando ese espacio auténtico. El buscador de experiencias no quiere limitarse a contemplar, necesita involucrarse, ser partícipe activo. Sumérgelos en este entorno de manera que sean capaces de generar vínculos con él, pues se recuerda y valora aquello que se conoce, que se toca, que se siente.
  • Cuida la puesta en escena, que sienta que está especialmente montada para él/ella, que está viviendo una experiencia exclusiva. Cada detalle cuenta, desde el inicio hasta la despedida. Recuerda: nunca hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión.
  • Adereza con valores de sostenibilidad y responsabilidad social tu experiencia o producto turístico. Para ello recuerda utilizar productos Km 0, cuenta con productores locales, con artesanos de la zona, utiliza elementos respetuosos con el medio. Muestra que eres consciente de su importancia para la sostenibilidad del destino. Además, estos proveedores locales te lo agradecerán y te recomendarán. Una promoción fácil.
  • Y sobre todo… cuenta una historia. Genera un relato que seduzca y que proporcione coherencia a todos los elementos de la experiencia. Hazlos partícipes de esa historia que sólo tú puedes contar. La historia es el armazón que da soporte a la experiencia, es la que la proporciona un significado a todo el conjunto, la chispa que hace que nazca el deseo de vivirla. Además procura que esa “historia” sólo puedas contarla tú.

ES EL MOMENTO DE TESTAR TU “OBRA”.

Invita a un grupo de amigos o conocidos, de perfil similar a tu cliente, para que sean los primeros en vivir esa experiencia. Será la prueba del algodón. Debes estar atento a sus reacciones, a sus emociones. Sé crítico contigo mismo e incita a tus “voluntarios” a que también lo sean. Quitamos, añadimos, ajustamos y ….¡funciona!

PONLE PRECIO

Y llegó el momento más delicado. ¿Cuánto vale esta experiencia que has creado con tanto esfuerzo y pasión?. ¿No tiene precio verdad? .Quizás la pregunta sea ¿cuánto estaría dispuesto a pagar por ella ese cliente que quiero conseguir?. Solo un consejo, abaratar el precio no siempre es garantía de venta.

A partir de aquí comienza otra fase importantísima. Es necesario conseguir los clientes deseados. Comunicar de forma atractiva y accesible para conseguir la atención de “nuestros buscadores de experiencias”. Hay que ponérselo muy fácil. No olvidéis que compramos con el corazón y después justificamos la compra con la razón.

Aquí lo dejamos para el siguiente artículo

Artículo elaborado por: María Serrano. Socia Consultora ADEITUR Consultoría Turística.